Entrevista a Rafael Rey
Diario Expreso 18 de octubre de 2010
–¿Cómo analiza el proceso electoral edil?
La decisión del elector ha sido tomada en función de los candidatos y no de partidos. En los lugares donde los candidatos tenían buena aceptación, fueron elegidos no importa por qué partido o lista se presentara. Eso es lo que ha sucedido con Susana Villarán, ya que la apreciación de la gente se ha inclinado por ella en lo personal y no en lo político y por eso creo que estas elecciones no son un referente para lo que sucederá en el 2011.
–De los candidatos presidenciales ya conocidos ¿quién tiene más posibilidades de ganar?
Pienso, por experiencia, que a la segunda vuelta podrían ingresar Keiko Fujimori y Alejandro Toledo, porque los demás candidatos por una u otra razón irán perdiendo posiciones.
–¿Esas razones tienen que ver con las denuncias de corrupción?
Algunos por denuncias de corrupción, pero creo que la ciudadanía debería recordar las barbaridades que se produjeron durante el gobierno de Alejandro Toledo.
–¿Una de ellas es su supuesta inscripción con firmas falsas?
Para mí no hay ninguna duda de que fue así. Lo único que consiguió Toledo es que declaren que los padrones de firmas eran documentos privados y por tanto el delito prescribió, pero no ha podido demostrar la falsedad de mi acusación y si bien el juicio que se originó a raíz de mi denuncia no ha terminado, en la práctica habría prescrito porque el delito de falsificación de documentos privados prescribe antes que en el caso de documentos públicos.
–¿Cuáles son las razones por las que los electores no deben votar por Toledo?
No quisiera que el Perú volviera a vivir las consecuencias de tener a un gobierno con la imagen que le dio Toledo en cuanto a un disfrute del poder, de boato, de frivolidad, de utilización del poder para beneficios de sus familiares. Si bien no se detuvo el crecimiento del Perú, tampoco fue tan bueno como en el de ahora y tampoco logró, hay que ser justos, la reducción de la pobreza como ahora. Además se radicalizaron las protestas porque quienes efectuaban protestas más fuertes conseguían sus pedidos en todos los niveles.
–Tal vez el punto débil del gobierno de Toledo fue la flexibilización del régimen carcelario para terroristas, lo que permitió su liberación…
No sólo se liberaron, conmutaron, redujeron penas a terroristas convictos y confesos, sino que se continuó con la flexibilización carcelaria de los terroristas. Se retiraron por completo las bases antisubversivas de la zona del Vrae y esa es una de las razones que han permitido que el narcoterrorismo florezca y nos cueste tantas vidas y desgracias por consecuencia de las drogas proveniente de esa zona, es una responsabilidad política de Toledo que hay que recordar.
–Si ganara Toledo las elecciones presidenciales ¿El país retrocedería?
Sí, en muchos aspectos: el moral, económico, político, el estado de derecho, el combate contra el narcoterrorismo, la imagen que debe proyectar un presidente respecto a la austeridad con la que debe vivir, el ejemplo que él y su familia deben dar a los conciudadanos. A ello hay que agregar que es improbable que algunos de los buenos colaboradores que tuvo en su momento, acepten apoyarlo en un nuevo gobierno.
–¿Qué opina de Keiko Fujimori?
Es justo que ella repita que una “cosa es su padre y otra es ella”. Si ella consigue dar una imagen de ser una fuerza política distinta al fujimorismo que encarnaron determinados líderes y personas, puede tener la posibilidad de ganar por dos razones. Una de ellas es el agradecimiento de mucha gente a las cosas buenas que hizo el gobierno de su padre pero debe distanciarse de esos errores, abusos y corrupción que sin lugar a dudas también se cometieron en el gobierno de Alberto Fujimori.
–¿Qué opinión le merece el frente de izquierda que se quiere formar en torno a la candidatura de Ollanta Humala?
No me extraña que sueñen con una unificación de fuerzas de izquierda marxista alrededor de su candidato, pero es una utopía de la gente de Humala porque otros candidatos de izquierda se dan cuenta que las adhesiones, en lugar de sumar restan. Prueba de ello fueron las tantas veces que Susana Villarán tuvo que insistir en que no estaba aliada con Ollanta Humala a pesar de que llevaba en su lista a algunos humalistas. Ese es un ejemplo cercano de que tienen reticencia a unirse a determinados grupos, sin embargo si por estrategia política, consiguen esa unificación, no les auguro un buen futuro.
María Teresa García
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